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jueves, 10 de marzo de 2011

LICANTROPÍA

Comenzó a ponerse nervioso cuando el sol se perdió tras el horizonte. Corrió, saltó, trató de esconderse. Observó con miedo como perdía pelo en sus manos delanteras, como las garras fueron empequeñeciéndose hasta convertirse en uñas perfectamente cortadas y pulidas. Su espalda se fue irguiendo. Caminaría sobre sus patas traseras al final de la metamorfosis. Al día siguiente no recordaría nada desde que su aullido dejó de serlo y se convirtió en un grito afectado.
Un día de cada treinta, durante la luna nueva, se convertía en hombre.
Salió de su cueva y comenzó a recorrer el monte. Depredó todo aquello que se cruzó en su camino. Mató sólo por saciar el ansia de sangre. Torturó a bestias, pero también a sus iguales. No dejó que ningún testigo quedara vivo. Al amanecer, extenuado, volvió a su escondite y durmió hasta avanzada la mañana. Al despertar no entendía el cansancio, la sangre alrededor ni el sabor a muerte en su boca, pero no pudo pensar en ello. La reflexión tampoco era parte de su naturaleza de lobo.

10 comentarios:

Pedro Alonso Da Silva dijo...

Ya lo decía Thomas Hobbes: "El hombre es un lobo para el hombre". Nunca lo había visto representado de forma tan fidedigna. Un relato estremecedor. Abrazos.

Sibreve dijo...

Eso de que el hombre es un lobo para el hombre, me suena:
http://sibreve.blogspot.com/2010/07/personajes-historicos-i.html
Será que me molesta que siempre sean los malos del cuento.
Un abrazo, Pedro, y gracias por pasarte.

Pablo Gonz dijo...

Un micro de antología, Hugo. Con tu permiso me lo apunto entre mis preferidos.
Un abrazo admirado,
PABLO GONZ

Unknown dijo...

Excelente Hugo!!!

Aunque en tu valoración del hombre debo decor que, lamentalemente, concuerdo.

XAVIER BLANCO dijo...

Hola amigo,
Navego por tus páginas ya a horas prohibidas...sobre todo para la salud...y me encuentro con este lobo, que es lo mas parecido al hombre airado y sin control.
Te devuelvo la visita, y espero que podamos compartir buenos momentos.
Un abrazo,
Xavier

Maite dijo...

Muy buena esta inversión de la leyenda. Aplaudo este texto, Hugo.

AGUS dijo...

Un micro que nace con un giro y que lo llevas hasta las últimas consecuencias. Muy bien escrito. Enhorabuena.

Abrazos.

Manu Espada dijo...

El hombre es más bestia que los lobos, y más temible, por eso hemos hecho que el lobo esté en peligro de extinción, y no al revés. Muy bueno el micro, al estilo Lobo-hombre en París de Boris Vian, pero con más calado filosófico de fondo.

Sibreve dijo...

Pablo: Un placer, como ya te dije, que te lo apuntes. Y otro que pases por aquí. Abrazos corregidos.
Patricia: Qué conste que a veces intento ser optimista, pero es que basta abrir un periódico, poner la radio o mirar 5 minutos a tu alrededor para que no te dejen.
Xabier: ¿A esas horas seguimos abiertos? ¡Qué servicio damos! Ponte cómodo. Un placer y bienvenido.
Maite: Son las únicas inversiones rentables en estos momentos. Muchas gracias por tu comentario, Maite.
Agus: Gracias, Agus. ¿Cómo sabes de mis bailes antes de escribir? Ah, te refieres a otro tipo de giro... Abrazos.
Manuespada: No hay bestia más bestia que el hombre. Reconocerlo es un buen punto de partida para comenzar a remediarlo.
Abrazos a todos y gracias por pasaros.

David Moreno dijo...

Hugo, es increíble las coincidencias que descubrimos. ¿Será que se nos acaban las ideas? Esperemos que no...

Muy bueno.

Un saludo indio