Hubo días inadvertidos, días que permitimos que escaparan entre los dedos sin tratar de asirlos siquiera. Eran buenos tiempos, transcurrían casi inapreciables, de una felicidad sosegada.
Llegará un día (quizá no hoy, quizá no mañana, pero llegará un día) en que volverán a nuestra memoria. Nos los acercará una luz, un olor, un sonido y entonces intentaremos recuperarlos. Los reconoceremos entonces como los mejores días de nuestra vida.
Y a veces es imposible recuperar la memoria.
4 comentarios:
No hay estaciones terminales, salvo una, inevitable (que no cuenta). Todo lo demás son parte del proceso, incluidas las caídas, las bajadas de tensión, etc. Hay que mirar con perspectiva y no perder el optimismo. El optimismo es como las cuerdas que guían a los montañeros en las escaladas, cuerdas que los guían y los protejen. No pierdas la cuerda y ¡arriba!
Serrón
También nos queda la opción de nosotros mismos crear unos nuevos dias hermosos e inolvidables, tenemos el material para construirlos.
Besucos
Nos gustaria un twiter en el que seguirte y saber cuando hay post nuevos. Llegue a este blogg por un twit ayer y doy gracias a quien me lo recomendo.
Enhorabuena por tus relatos.
soy consciente que los mejores días de mi vida no fueron tan buenos entonces, no más que éstos de ahora que quizá también recuerde con nostalgia.
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