Ella explicó que lo dejaba con un cúmulo de excusas: son muchos años juntos, ya no es (eres) como antes, tengo ahora otros objetivos y no eres más que una carga. Y sin más comenzó a marcharse.
Él se quedó abandonado, sin hacer nada, como un muñeco de trapo, inánime.
Sus últimas palabras fueron para maldecirla.
(Alma, maldita Alma)
13 comentarios:
Muy bien, esa relación de amor con la propia alma.
Un abrazo
Eso de perder el alma debe de escocer un poco ¿no? Al menos al principio...
Me gusta la imagen de un diálogo para despedirse del alma, sin despecho, como viejos amantes...
Un abrazo
Estupendo Nano. El es (eres) es clave para entender.
Saludos
Me pregunto dónde ira el alma, y si durante el trasiego habitará otros cuerpos. Me gustó.
ABrazos
Ana: No sé si la relación era de amor o sólo dependencia :D
Bice: No sé si escuece el perder el alma. Habrá que preguntar a algún cadáver... yo de momento...
Woody: Me alegro de que te gustara. Dudé entre es (eres) y es (somos), pero la segunda me parecía un poco más un lío.
Agus: Bienvenido. Quién sabe dónde iran las almas, aunque me has dado una idea con lo de habitar otros cuerpos. Esta semana la publico :D Muchas gracias por pasar. Vuelve cuando quieras.
Creo que este micro me va a hacer pensar durante bastante tiempo.
Un abrazo.
Pues ya me contarás el fruto de tus reflexiones.
Un abrazo.
Muy bueno, al final de nuestros días nuestra alma nos abandonará, pero ¿y si se va antes? tiene que ser horrible vagar por el mundo sabiendo que tu alma se ha ido porque has cambiado y ahora eres una carga para ella.
Hay muchos a los que se les fue antes, Tiovivo. Cada vez hay más y más desalmados.
Saludos.
el desamor a uno mismo es la peor clase de desamor.
Esa era la idea, Vitt.
Saludos.
Fantástico, este cuento es fantástico por lo sugerente.
Gracias Juan... ¿tanto sugiere? :D
Saludos.
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