Si vienes sin mucho tiempo, permíteme que te recomiende:
Ni tanto y Autobiografías Son los que más me gustan.
Además hay una pequeña serie que me entretiene bastante: Relatos del General
Por último, te invito a seguir el juego, si quieres como un comentario, si quieres en otro lugar: Despertares
Varias personas me han comentado que sus preferidos son:
Ultimas voluntades y Personajes Históricos V que, por cierto, a medida que me alejo de éste último me va gustando más.
Y si has llegado hasta aquí buscando nanorrelatos sólo porque el nombre del blog es NANORRELATOS, te dejo aquí algunos reunidos: Nanorrelatos

martes, 21 de febrero de 2012

De-generación.

Aquella pequeña colina, aquella que eleva Notre Dame de Chartrés era, hace dos mil años, un bosque carnuto, el templo natural de la Diosa Madre, el lugar que los celtas consideraban más sagrado. Allá se reunían, anualmente, miles de druidas para recibir la primavera.
Cuando César venció las guerras galas, a la vez que paseaba a Vercingétorix en Roma como un cazador a su presa, mandó alzar sobre aquel suelo un templo que honrara a Marte. No pudo imaginar mayor venganza. 
Mil doscientos años después, tras la construcción y destrucción de otros templos cristianos, el rey capeto Luis IX, conocido como el Santo, consagró la catedral de Notre Dame. Todo aquel que lo vio no dudó del poder de dios ni de la propia insignificancia.
Es prudente no dudar del poder telúrico de la colina. Si la tierra, de alguna manera, conserva energías en su interior es éste un lugar de fuga.
Se comenta que hay planes para precipitar el derrumbamiento de la catedral y levantar un moderno rascacielos que sea la sede del Banco Europeo, por lo que el emplazamiento pueda ayudar.
En los bajos comerciales habrá un Carrefour.
Y un Fnac.

jueves, 16 de febrero de 2012

Actor (y autor)


Me gustaría poder hacer un currículo de Juan Loriente, pero me faltan datos. No podría poner mucho más allá de la edad aproximada, la profesión y cuatro pinceladas sobre esto o aquello. No es gran cosa. Así que lo único que puedo escribir es que es una suerte conocerle porque cada vez que uno se cruza con él, sin hacer nada, probablemente sin ser consciente siquiera, te dibuja una sonrisa en los labios. 
Tan siquiera es éste un pensamiento original, es algo que podría decir cualquiera que lo conozca.

Comienzo un nuevo blog bajo el título Actor (y autor). Lo de autor es el óbolo que propuso Juan cobrarme por pasar la barca, y la verdad que he disfrutado. 

Se trata de lecturas desnudas de textos, sin edición, sin ensayo. Simplemente la confrontación entre el texto interpretado por un lector y por quien lo ha perpetrado. 
La idea que me ronda la cabeza es seguir con ello, con la colaboración de otros actores, no necesariamente profesionales, ni aficionados siquiera. Actores por un día tan solo.

Por cierto, que muchas gracias, Juan, por la idea, por el hecho y por el ánimo.

Por cierto, el nuevo blog, aquí.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Personajes históricos VI

En la revista de historia El tiempo en lontananza del mes de marzo de dos mil seis aparece un pequeño artículo titulado Avances de la tecnología militar (II): El espejo ustorio  firmado por Eloy Campos de la Iglesia, catedrático del instituto Martí de Huelva. Pese a que discrepo sobre el concepto que expresa el propio título del artículo, y creo que cualquier avance en la tecnología armamentística no es más que un retroceso, copio un extracto. A veces un estudio histórico es digno de convertirse en relato:

...
Un viejo de pelo blanco, encaramado a la muralla, daba ordenes a los jóvenes encargados de girar los pesados armatostes de bronce pulido. A su lado Hieron II, que esperaba ansioso sin saber exactamente el qué y, tras él, los oficiales de su ejército se debatían entre la necesidad de que funcionaran aquellos engendros diseñados por el matemático y el deseo de ser ellos quienes pasaran a la historia.
Lo que ocurrió entonces lo cuenta Numerio Lucio en su Bellis Marium (De las guerras en los mares) de forma tan exquisita, que tan solo lo transcribo:"... y entonces los dioses tomaron partido: Helios puso el calor y Marte adquirió forma humana en un anciano débil pero de divino pensamiento. Fruto de la alianza de ambos aparecieron las primeras llamaradas en uno de los trirremos que cerraban el sitio de Siracusa por mar. Entonces el tiempo cambió su ritmo, como si dejara de correr en el aire y tuviera que desplazarse bajo el mar. Los hombres que viajaban en la nave saltaron por la borda, los oficiales que gobernaban nuestra flota ordenaron poner distancia a la costa como si fueran uno, incluso los cormoranes se alejaron de la embarcación ardiente lo más rápido que les permitían los vientos. Nadie se movió, sin embargo, al otro lado de la muralla que defendía Siracusa. Una parálisis colectiva ocupó los espíritus incluso de aquellos a los que se había explicado el funcionamiento del ingenio. Todos estaban inmovilizados por el prodigio que había tenido lugar sobre la superficie del mar, a no más de cincuenta pasos, hasta que, como si el tiempo hubiera vuelto a retomar su prisa, todos, incluido el rey la ciudad, lanzaron un grito aunado. Sólo Arquímedes, entristecido, continuó mirando como el barco se iba escorando".
Al día siguiente, con el ejército romano temporalmente retirado, se celebraron intramuros suntuosos fastos, como si aquella batalla ganada supusiera el final de la guerra. En una tablilla de cera encontrada sorprendentemente en la campaña arqueológica de mil novecientos noventa y tres en el sitio de Apamea y que se atribuye a Ezequías Sirio, cronista del rey, se recoge que comenzó el día con "el sacrificio de diez carneros y la libación de diez ánforas de vino, que se convirtieron en cientos a lo largo de los festejos". Posteriormente Hieron II homenajeó ante una multitud a su primo Arquímedes. Somos invencibles, proclamó, mientras nos asistan los hijos de Gelón (cabe recordar que Hieron II y Arquímedes eran primos y el propio rey se proclamaba descendiente del héroe nacido en Siracusa dos siglos antes). Vuestro rey Hieron, continuó, gobierna sin igual su ejército y su hermano Arquímedes saca mayor provecho que nadie de Helios". Recoge Ezequías, en una nota marginal de la tablilla que "estando yo junto a Arquímedes escuché que decía en baja voz: Diógenes, sin duda, obtuvo mayor provecho del sol."
...

viernes, 3 de febrero de 2012

Sin palabras.

Javier Marchante se puso en contacto conmigo hace ya un tiempo para pedirme permiso para hacerme un regalo. ¿Cómo iba a decir que no? Pues el regalo ha llegado. Y lo único que consigo escribir es, como una Lina Morgan cualquiera: agradecida, y emocionada, solamente puedo decir GRACIAS por venir.


Para quien quiera cotillear, aquí.