Tino me ha invitado a escribir algo para el blog abierto en relación a la exposición Presos con Causa, que inaugurarán mañana a las ocho de la tarde en la Escuela de Naúticas de Santander. Quizá la exposición, y los homenajeados en ella, meritaban otra ubicación. Quizá la antigua Prisión Provincial de la ciudad. Pero la voracidad de nuestros políticos por derruir en aras de una futura edificación es más fuerte que nada.
Hay que estar ahí, sin excusas.
Mi pequeño relato se encuentra cohibido entre historias reales de gente real (y admirable). Se siente más micro que nunca. Dejo el enlace para quien se quiera pasar, pero aconsejo sobre todo la lectura de los demás textos.
Aquí.
4 comentarios:
Hugo me gustan las pequeñas historias, quizá porque como las pequeñas personas son más reales. Las tuyas son breves, y quiza por ello se encuentra la vida más en su esencia. Ese cúmulo se sentimientos y sensaciones que nos envuelve. Que nos hayas prestado tu pluma, que con tus palabras apoyes este proyecto de recuperación de la memoria que se iba perdiendo tras los escombros de la prisión hace que seamos más reales.
Muchas gracias
Hugo me gustan las pequeñas historias, quizá porque como las pequeñas personas son más reales. Las tuyas son breves, y quiza por ello se encuentra la vida más en su esencia. Ese cúmulo se sentimientos y sensaciones que nos envuelve. Que nos hayas prestado tu pluma, que con tus palabras apoyes este proyecto de recuperación de la memoria que se iba perdiendo tras los escombros de la prisión hace que seamos más reales.
Muchas gracias
sigues siendo reconocible en textos no tan escuetos, hugo.
la sombra de los barrotes cebra la cara de presos y apresadores.
Tino: gracias por la posibilidad. Espero un día formar parte de la asociación los bacterios.
Vittt: ¿Cebra la cara de los presos? Joder, te envidio la capacidad de reinventar el lenguaje.
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